“Comer bien, que no es comer ricamente, sino comer cosas sanas bien condimentadas, es necesidad primera para el buen mantenimiento de la salud del cuerpo y de la mente…”
José Martí, Nueva York, mayo de 1884.
Siempre se encuentran personas que nada les acomoda o le ponen reparo a todo y hacen una queja de todo. Con quejas no resolvemos los problemas, ellos están, y tenemos que ver cómo podemos convivir con ellos y salir adelante; lo importante es un día tras otro y estar vivos.
Cuando me siento a escribir esta página, la pienso mucho y trato dentro lo posible de hacerla lo más potable para todos, incluso busco recetas de atrás, no piensen que solo son de ahora los malos momentos y los altos precios, existen desde la colonia.
Cuando usted revisa las crónicas de los viajeros va a ver que tanto los revendedores, los altos precios, los estafadores, los especuladores, etc.… proliferaron en la ciudad. El dinero no alcanzaba; al pobre nunca le alcanzó el salario, tenía que trabajar en varios lugares para buscar el sustento de la familia y, con todo y eso, no era suficiente para tomarse una cerveza y, el que lo hacía, sabía que iba en contra de los suyos. Se tenía que pagar todo, en muchos casos, la mayoría, el alquiler, si no, para la calle. También había que pagar los estudios de los hijos, no si estaban en colegio público, pero sí había que pagar el uniforme, los zapatos, los libros, y otras tantas cosas más que había que comprar.
Recuerdo, de niña, una de las últimas huelgas del sindicato tabacalero por la no introducción de las máquinas de torcer tabaco, yo no entendía y preguntaba. Recuerdo la multitud por la calle del pueblo y que mi papá me dijo ‘hija, si introducen las máquinas perdemos el trabajo y no tenemos de qué vivir’; fue otra cruda realidad, como lo que ya conté una vez sobre la muñeca china el Día de Reyes, yo la esperaba y no la recibí. Mi padre me dijo ‘hija, no hay reyes magos; los reyes magos somos los padres y no tenía dinero para comprártela’. También recuerdo ver cómo los trabajadores salían a la calle en manifestaciones con carteles los primeros de mayo pidiendo aumentos de salarios hasta un 50% y nada, si acaso lograban un 10 o un 20%. Aumentaban los salarios, pero de inmediato aumentaban los precios de los productos.
Así que el dinero para los pobres nunca alcanzó, se tenía que vivir con lo que se disponía, no quedaba de otra.
De ahí que yo creo que fue donde más se fortaleció nuestra cocina. Si esa Cocina Criolla de la que tantos hablamos, de donde salieron esas recetas que incluso han tenido dimensiones universales, como por ejemplo: la ropa vieja, que salió de esas cocinas donde las abuelas y las madres tenían que hacer maromas para alimentar a toda la familia. Ahí no había el ‘me gusta o no me gusta’, había que comérselo todo, era lo único de que se disponía y no crean que no había comida de todo tipo, y las tiendas abarrotadas de latas; muchas ya eran de adorno porque estaban oxidadas por el tiempo, como les conté cuando hablé de la tienda de la abuela; pero eso pasaba también en otros comercios. Lo que no había era el dinero para comprarlas y había que comer, entonces se aprovechaba todo y se hacían maravillas.
Hoy les traigo recetas que son de esas épocas, eso sí, nuestras antecesoras se pasaban el día en función de la cocina. Como siempre digo, la cocina es necesidad, tiempo, dedicación y amor. Por eso es tan importante y dice mucho de nuestra cultura como pueblos.
Hoy, después de buscar, de ir al pasado en la literatura desde 1840, 1858, 1914… les traigo recetas de: sopa de cebolla, crema de papa, potaje de calabaza y acelga de otro modo. Espero sean de agrado y puedan hacerlas.

Ingredientes (4 servicios):
Dos cebollas, 2 dientes de ajo, 4 rebanadas de pan tostado, 4 tazas de caldo o agua, ¼ cucharadita de pimentón, 2 cucharadas de manteca o aceite, pimienta y sal a gusto.
Preparación:
Limpie y pique en ruedas medianas la cebolla. Limpie y macere los ajos.
Ponga una cacerola a la candela con la manteca, los ajos, la cebolla y la sal y déjelas sofreír, cuando estén comenzando a dorarse las cebollas, agréguele el caldo y el pimentón, mézclelo todo bien, puntéela de pimienta y sal a gusto, déjelo 5 minutos más, bájela y sírvala caliente con ruedas de pan.

Ingredientes (Varios servicios):
Dos papas grandes o 4 medianas, 2 cucharada de mantaca, 4 ajos, ½ cucharadita de nuez moscada, ¼ macito de perejil, pimienta y sal a gusto.
Preparación:
Limpie, lave y pique las papas a gusto. Limpie y macere los ajos. Limpie, lave y pique bien fino el perejil.
Ponga a la candela una cacerola con las papas, sal y cúbralas con agua y déjelas cocinar, cuando estén las papas, sáquelas y póngalas en una fuente y reserve el agua.
Pele las papas y haga un puré con ellas, si es necesario le va agregando poquito del caldo que permita pasar por un colador el puré.
Mientras que cocina las papas, ponga a la candela una cacerola con la manteca, los ajos, sal y deje que sofrían los ajos, cuando estén las papas y pasado el puré por el colador agréguelo dentro y mézclelo todo y agréguele poco a poco del agua en que cocinó las papas hasta que tenga una textura de crema a gusto. Añádale la nuez moscada mezclándolo bien, puntéelo con pimienta y sal, déjelo unos minutos más a gusto. Bájelo y añádale el perejil por encima.

Ingredientes (Varios servicios):
Media calabaza, ½ taza de maní tostado y triturado; no molido, pimienta y sal a gusto.
Preparación:
Limpie, lave y pique en trozos la calabaza.
Ponga una cacerola a la candela con la calabaza, sal, agua que la cubra y déjela cocinar, cuando esté, bájela, reserve el agua, retírele la piel a la calabaza y póngala en una fuente para hacer un puré. Luego en una cacerola pase todo ese puré por un colador y adiciónele del agua donde la cocinó, además añádale el maní, puntéela de pimienta y sal y póngala a la candela unos minutos hasta que tome la consistencia deseada.
Nota: En verdad la receta original es con almendras, pero a falta de pan, casabe, como dice el refrán. Pero lo que llamó la atención es que plantea que también se puede hacer agregándole arroz (no dice como). También dice que, de no hacerse de calabaza, se puede hacer de melón.

Ingredientes (Varios servicios):
Medio mazo de acelga, ½ taza de (masas de pescado, carne, embutido, picadillo, lo que tenga y disponga), 1 cebolla, 4 dientes de ajo, 1 ají, 2 cucharadas de manteca o aceite, pimienta y sal.
Preparación:
Limpie, lave y pique a gusto la acelga. Limpie y pique en ruedas medianas la cebolla. Limpie y macere los ajos. Limpie, lave y pique en tiras finas el ají.
Ponga una cacerola a la candela con la acelga, agua y sal y cocínelas o puede hacerlo al vapor.
Aparte ponga una cacerola a la candela con la manteca, el ajo, el ají, sal, deje que comience a sofreír, agréguele lo que va a utilizar y luego agréguele la acelga, mézclelo todo, puntéelo con pimienta y sal y déjelo unos minutos sofriendo.